SALIR DEL BUCLE. Aprenderéis a salir del ciclo vicioso y, entre todos, solucionaréis el problema que os ha traído a terapia.
COMUNICACIÓN SIN GRITOS. Descubriréis que podéis llegar a comunicaros desde la afectividad y desde vuestras necesidades.
TODOS A LA UNA. Sabréis cómo ayudar a alguien de la familia que está en tratamiento o tiene algún problema. Aprenderéis a trabajar juntos para resolverlo.
UNA FAMILIA QUE CRECE. De pareja a padres. Ganaréis más recursos para adaptaros y superar una de las crisis más habituales en las familias.
EL MEJOR EQUIPO DE PADRES EVER. Aprenderéis a funcionar como un buen equipo, a manejar vuestra autoridad y a compensar el peso de la crianza y las decisiones familiares.
HOLA ADOLESCENCIA. Viviréis más tranquilos la adolescencia y dejaréis de “hacer el pulso” con vuestras hijas o hijos y de perseguirlos para que se comuniquen.
CAMINAR SEGUROS EN ARENAS MOVEDIZAS. Ganaréis más recursos y seguridad en situaciones familiares difíciles como una separación o divorcio, llegada de nuevos miembros a la familia (parejas, abuelos...), duelo...
LAZOS FUERTES Y FLEXIBLES. Sentiréis qué podéis gozar de una mejor comunicación y disfrutar de unos lazos más sanos entre vosotros.