
09 May «¡Estamos desincronizados!»
«¡Estamos desincronizados!»
Artículo publicado en Women’s Health España.
En cualquier pareja hay momentos en los cuales se siente que los ritmos o las necesidades de uno y otro no van a la par. Esto significa que la balanza entre la necesidad de acercamiento-distancia en cuánto a diferentes elementos de la relación, de vez en cuando, se desincroniza.
En esta situación sentimos que disminuye la seducción, las señales de afecto y atención, las ganas de sentirse equipo, las conversaciones y los planes que potencian la relación, etc …Todo ello se vive con sensaciones como de angustia o apatía. Este es el primer indicador de que las cosas están cambiando; y deben cambiar; para evolucionar y hacer, así, la relación más fuerte.
Si la crisis evoluciona y la relación sobrevive puede llegar un momento en que entramos en una fase en la que sentimos que estamos avanzando a un ritmo diferente. Suelen aparecer muchas decepciones. Es así porque uno siente que emocionalmente ha crecido a partir de la crisis y entiende lo que quiere y busca de la relación, y el otro aún se siente atrapado. Es decir, llegamos a un estado de desincronización emocional con nuestra pareja.
Si este desequilibrio permanece puede llevar a un gran desgaste o al deseo de abandonar la relación: uno piensa: «X no está a mi lado»; y el otro: «Y me exige demasiado». No siempre podemos avanzar al mismo ritmo, de hecho, mantener esta idea es una expectativa un tanto alta e irrealista que puede hacer pensar que la relación ha fracasado.
Las parejas funcionan mejor cuando son conscientes de lo que necesita su relación y consiguen que los dos miembros se sientan acompañados y se dirijan hacia un objetivo común: reencontrarse a pesar de estos desajustes naturales.
Y qué podemos hacer para conseguir sincronizarnos:
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Aprender a leer estos desajustes como naturales en una relación.
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Poner esfuerzo en comunicar las necesidades de cada uno y satisfacerlas.
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Entender cómo se siente el otro.
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Tener clara la intención y voluntad del otro de avanzar juntos a pesar de este momento de desincronización.
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Tratar estos momentos en equipo. Algo que debemos resolver juntos aunque la propia inercia llevaría a distanciarnos. En este punto será muy relevante las habilidades de la pareja para afrontar los conflictos. Así, será importante ser consciente de las carencias que tenemos individualmente y como pareja y contar con un profesional que nos ayude a reforzar el sentimiento de equipo ante las crisis.
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Responsabilidad / culpa: un circulo vicioso. Saber qué responsabilidad y tareas debo alcanzar para resolver la parte que depende de mí y beneficiará a la relación en conjunto.
¿Qué tareas debemos hacer en estos momentos?
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Valorar los cambios que ha hecho cada uno. Esta tarea será esencial porqué es una forma de poner foco y valorar aquellos cambios de quien no va tan rápido.
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Será importante trabajar el resentimiento del que ha avanzado más y descubrir qué necesita por parte del otro para poder esperar con paciencia y empatia a que alcance más o menos su punto.
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El miembro menos avanzado podrá averiguar y expresar qué necesita para avanzar más deprisa y como el otro le puede ayudar.
Tratar estos aspectos es fundamental para poder paliar los resentimientos y la sensación de abandono que deja la desincronización, y sentir que a pesar de las diferencias en el ritmo caminamos juntos.
A veces no es un trabajo fácil pero con ayuda y recursos nuevos podemos conseguirlo.¿EMPEZAMOS?
Un fuerte abrazo,
Elisabet Aulet.
Psicóloga y Psicoterapeuta.
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