
06 Nov EL MIEDO A LA INTIMIDAD
Amar a otro sin perdernos a nosotros mismos es el dilema central de la intimidad. Nuestra capacidad de equilibrar las necesidades de conexión y autonomía requiere de mucho autoconocimiento y mucha practica. La dificultad en encontrar este equilibrio es debida muchas veces a un miedo a la intimidad. A no saber como poder jugar con estas dos necesidades sin sentir que si apostamos mucho por una de ellas perdemos a la otra.
El miedo a la intimidad depende; primero, de uno mismo. Determinadas vivencias y creencias que hemos vivido que nos llevan a sentir este miedo (la relación con nuestros padres, la idea de amar en nuestra casa, los mensajes sobre mostrar nuestra vulnerabilidad, etc). Segundo, del tipo de relación y vínculo que creamos con la pareja (y exs). Por ejemplo, si sentimos este miedo, NOS ESCAPAMOS y la pareja intenta ser muy complaciente o controladora, dejando cierta parte de su autonomía (amigos, hobbies…) con la buena intención de ser responsable y cuidar la relación. Esta reacción de “control” activa más el miedo; con lo cual la pareja entra en un bucle de evitación-control.
¿Qué pasa si nos dejamos llevar por este miedo?
El control lleva al descontrol…
Quien siente miedo a la intimidad intenta aplanar su ansiedad a través del control. El control del ritmo de la relación, el control de «no dejarse ir», etc. Quizá la relación le gusta y la pareja le encanta, pero a la vez le asusta mucho. Estos malabares que uno hace para saltarse la sensación de miedo sólo otorgan más inseguridad al vínculo, y así, más ambivalencia y conflicto: ¡Estar en una relación a medias es complicado!
Este miedo puede apoderarse de uno y hacerle caer repetidamente en un bucle de relaciones que no avanzan, que se quedan en la conquista o el cortejo. Las habilidades para conquistar están muy entrenadas, pero el corazón se siente solo.
La ambivalencia entre el miedo a perder mi libertad y a la vez el miedo a perder a la pareja es otra de las grandes incertidumbres. Si nos dejamos llevar por el miedo controlando acabamos debilitando la vitalidad de la relación.
Quitarle la mascara al enamorad@ empedernido
Decíamos que este miedo tiene relación con experiencias vitales, relacionados con nuestros referentes (familia) y nuestras vivencias con otras parejas. Por ejemplo, recuerdo una mujer que sentía unas ansias de libertad y a la vez, muchas ganas de tener una relación. No había manera de conseguirlo y decía que tenia mala suerte con los hombres.
Analizamos lo que pasaba, como eran sus relaciones y las parejas que buscaba. La sorpresa fue encontrar que sus parejas eran personas con ansias de libertad, lo cual la embobaba, pero a la vez compartían un vinculo inseguro e independiente que hacia que no quisiesen comprometerse o se los encontraba siempre entre dilemas y crisis (miedo al compromiso). Se quedaba enganchada a ellos e idealizando lo que podría acabar pasando; y lo que nunca se daba…(ni se daría). La pregunta fue: ¿buscar una persona que no quiere comprometerse es tu propia forma de protegerte y de no entrar en una relación?
Observando sus vínculos en la familia. Descubrió que el mensaje que recibió era que querer a alguien significaba sacrificarse por el otro (todo por el otro). Siempre vio como la vida de su madre trataba de cuidar y complacer a todos. ¿Con este panorama quien se casa??? Así que empezamos el trabajo en rediseñar estas creencias y las consecuencias que le habitan traído en su dar y recibir.
Este caso es bastante común, pero también me encuentro a menudo con personas que han sentido en su familia que mostrar sentimientos era un signo de debilidad. Añadiendo: si muestras tus sentimientos puedes ser lastimado. Consecuencia: mantenerse distante es la protección y no vincularse aleja de este miedo a sentirse vulnerable. Pero cortando la vulnerabilidad de la vida uno acaba solo y sin amor.
Cómo avanzar en una relación afrontando el miedo a la intimidad?
1. No actuar instantáneamente cuando eres presa del pánico ni acabar con la relación para deshacerte de tu temor.
2. Primero descubre a la persona, si realmente te gusta y después responsabiliza-te de este miedo.
3. No idealices el amor. En el sentido de pensar que el amor es una locura. No es así, uno no se pierde en el amor si sigue cuidando de sus espacios e construye unos pactos y unas normas cómodas para los dos.
4. Comunica como te sientes a tu pareja. Mejor comunicar que intentar moldear el miedo sin comunicación.
5. Darte tiempo e ir poco apoco. Mantener tus espacios individuales
6. Busca las creencias y vivencias que te han podido traer a este estilo afectivo.
7. Afronta esta nueva relación como una oportunidad para traspasar este miedo.
8. Curiosidad. Avanza con curiosidad y respetando tus necesidades. Escribir y practicar ejercicios de mindfulness te pueden ayudar a manejar este miedo.
9.Utiliza el miedo como un recurso y no como un obstáculo que te frena. Avanza a tu ritmo y destapa esta vulnerabilidad poco a poco.
Tienes los recursos para solucionarlo.
Espero que te sea útil.
Un abrazo,
Elisabet Aulet.
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