Cómo ser Valiente sin necesitar armadura

Cómo ser Valiente sin necesitar armadura

CÓMO SER VALIENTE SIN NECESITAR ARMADURA

Hace unos días en las encuestas de mis stories en instagram te preguntaba si

te consideras valiente. La mayoría contestasteis que Sí! ¡¡Ouu yeah!!

Me emociona ver estas valoraciones.

¿Si no votaste, qué responderías?

 

Vamos a sacar provecho y aprendizaje a la votación para guardarlo en tu caja de herramientas: 

  • ¿En qué crees que te basas para decidir tu valentía? (¿cuál es tu propio significado de valentía?)
  • ¿Qué eventos y experiencias de tu vida te recuerdan que has actuado desde el coraje? ¡Siempre los hay!
  • ¿Cómo es tu relación contigo para llegar a la conclusión de que la valentía forma parte de tu repertorio personal?

Come’on!! No dejes de contestar a las preguntas si te encuentras en un momento en el que no sientes tu valentía”. Te doy unas pistas para reencontrarla:

1. Al loro con los mensajes que te envías: escucha tus propios mensajes y antes de creértelos pasales 3 filtros:

– ¿Estás seguro de que lo que vas a decir es cierto?

– ¿Es algo bueno lo que vas a decir?

– ¿Te será útil lo que vas a decir?

2. Evita evitar ; ) Si evitas afrontar situaciones y miedos el único mensaje que te estas enviando a ti mismo es: “¡no soy capaz!”. Esto no es así, tienes muchos recursos dentro de ti y si te apetece, otros muchos para incorporar.

A tu ritmo y cuidándote pero siempre adelante.

3. Practica pequeños cambios a menudo en tu día a día. Esta “simple” estrategia te ayudará a vivir desde la flexibilidad y a sentir tus recursos para adaptarte a los cambios.

 

La valentía que nos han vendido

Conectar con tu propia valentía, a parte de sentirte más satisfecho y fuerte (que no duro y con armadura), es esencial en una Sociedad dónde nos han vendido y nos venden una idea de valentía y coraje desde la dureza/exigencia, el afán de poder y el perfeccionismo.

¡Ojo! Parece que ser valiente va más de trabajar sin ponernos limites, renunciar a nuestras necesidades y vivir expuestos a las obligaciones, a la imagen y a los resultados.

No podemos olvidar que la propia valentía ES ALGO MUY DIFERENTE:

  • Es aprender a aceptar nuestra vulnerabilidad y todas nuestras emociones.
  • Es cambiar nuestra relación con el fracaso. Educar nuestra frustración.
  • Es asimilar y aceptar las disarmonias de la vida.
  • Es alejarnos de la perfección. Tener el coraje de aceptar nuestros errores y aprender de ellos.

… y así, buscar nuestra propia autenticidad y construir relaciones auténticas y sanas.

¿En qué te puedo ayudar para conectar con tu propia valentía?

 

Para cerrar el trabajo que te propongo en este artículo te dejo con una reflexión a lo Bruce Lee: 

No esperes una vida fácil, prepárate para tener la Fortaleza de afrontar

una vida difícil”.

Espero que te sea útil el artículo,

Un fuerte abrazo.

Eli

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